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Mi primer contacto con el yoga lo tuve en el año 1993, de la mano de mi madre, fuimos juntas a una clase, y ese día sentí que en esa práctica había algo que cambiaría mi vida para siempre. Estuve practicando Hatha Yoga por un tiempo, hasta que empecé con clases de teatro trabajando el cuerpo desde otro lugar, más tarde empece mi formación en una escuela de Circo, y otra vez sentí el cuerpo como un instrumento, pero no fue hasta que volví a practicar Yoga que pude conseguir la tan ansiada conexión de cuerpo, mente y espíritu. Desde el 2010 que imparto clases de varios estilos: Hatha, Vinyasa, Asthanga, y Yoga Aéreo, adaptándome siempre a las necesidades de las personas que asisten a mis clases. A lo largo de estos años mis alumnas suelen ser mujeres de entre los 25 y 65 años, aunque mi experiencia abarca desde niños hasta personas de 90 años. Mis clases son muy diferentes dependiendo del estilo que imparta y del alumnado que tenga delante.

 

Dedicando mi tiempo completo a clases de yoga, lo combino con mi otra profesión: La acrobacia aérea en Telas y Aro. He trabajado como Acróbata Aérea en diferentes partes del mundo y en grandes espectáculos.

Mi pasión por el cuerpo me llevó a especializarme además en Pilates Mat, obteniendo el título por la Federación Española de Pilates. Trabajando en centros de Pilates especializados.

Tengo el título oficial en Kundalini Yoga, certificado por Kundalini Research Institute (KRI). Obtuve la Maestría de Reiki Usui, luego de pasar los tres niveles. Practico diariamente meditación Vipassana, habiendo realizado el exigente retiro espiritual de 10 días. Además cuento con la formación de masaje Metamórfico. Y he trabajado durante dos años como Risoterapeuta.

 

Sacando las formaciones, con lo que más me he aprendido ha sido con la experiencia de impartir clases, con más de 3000 horas en los más diez años que llevo realizando este trabajo que amo.  He trabajado en centros de terapias holisticas, asociaciones, escuelas y además he impartido clases magistrales. Actualmente, combino mi pasión por enseñar con actuaciones de acrobacia aérea. Y sigo practicando Ashtanga Yoga, uno de los yogas más exigentes, pero a la vez más agradecidos que he encontrado. “Práctica, que todo vendrá” una frase de Pattabhi Jois, que resume perfectamente mi vida. Me tomo mi trabajo muy en serio. Me esfuerzo cada día para dar lo mejor de mí misma y mantengo la inquietud de seguir aprendiendo, porque sé que cada alumna y alumno depositan su confianza en mi. Para mí, trasmitir el yoga es algo más que ganar dinero, es un servicio hacia mi comunidad.

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